Este domingo se celebrará uno de los eventos deportivos más esperados como el Super Bowl, en la edición más atípica de todos los tiempos, con muy poco público y muchas restricciones, marcadas por la pandemia de la Covid-19.

Con todo lo que genera esta final de impacto mundial, las dos principales casas de apuestas en Estados Unidos, DraftKings y Penn National Gaming, han crecido en la bolsa más de un 18% en la semana y se sitúan en máximos históricos.

Además, tras las elecciones del pasado noviembre en el país norteamericano, nuevos estados como Colorado, Illinois, Michigan y Virginia decidieron legalizar las apuestas online, hecho que según los expertos impulsa a estas firmas no solo de cara al domingo, sino a los siguientes meses, que serán fundamentales.